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Radares de ruido: la solución para disminuir la contaminación acústica

Desde hace años, las grandes ciudades se enfrentan cada día a la grave contaminación del aire, en gran medida producida por el incesante tráfico de vehículos que circulan por sus calles. Sin embargo, no se debe menospreciar el ruido que generan los coches, motos, furgonetas y camiones al acelerar, con el claxon o con el volumen de música altísimo. Con el fin de disminuir la molesta e irritante contaminación acústica de las ciudades se está comenzando a plantear la necesidad de implantar los radares de ruido. 

La empresa encargada en desarrollar el nuevo dispositivo para controlar los niveles de ruido es Bruitparif, una organización ambiental sin ánimo de lucro francesa. Este nuevo radar contará con cuatro micrófonos para medir los niveles acústicos en decibelios cada décima de segundo y determinar la procedencia exacta de dónde se origina el ruido. Una vez localizado su origen, el radar activa una cámara de 360 grados, que permitirá identificar y multar al vehículo en cuestión.

Según Bruitparif, en los últimos meses han estado haciendo pruebas con 40 dispositivos en zonas muy concurridas de París. La organización informa que las pruebas han dado resultados muy positivos, permitiendo acertar con mucha precisión qué vehículos cometen las infracciones acústicas. Durante el mes de septiembre se instalarán dos radares en la zona de central de París y otros dos en dos pueblos cercanos a la capital, por donde pasan muchas motocicletas. No obstante, el Gobierno francés seguirá llevando a cabo pruebas durante dos años más, para comprobar cómo funciona la tecnología y qué multas poner según los niveles de ruido.

En España, serán los ayuntamientos quienes fijen los límites establecidos para luchar contra la contaminación acústica. No solo se tendrá en cuenta el ruido del motor, sino también el de las alarmas, el uso indebido del claxon o cualquier otro sonido emitido por los equipos de un coche, como los altavoces, que superen los decibelios permitidos. En el caso de Madrid, se estima que las multas vayan desde los 90 hasta los 600 euros e, incluso, las autoridades podrán proceder a la retirada de los vehículos. De momento, Cataluña ya ha anunciado que instalará su primer radar acústico en la carretera C-31.

Otros países europeos, como Suiza, también comenzarán pronto su instalación de radares acústicos, pues consideran el ruido del tráfico como el segundo mayor impacto medio ambiental que se produce después de la contaminación del aire. Desde el 2016, el umbral del sonido está limitado a 74dB, sin embargo, todavía siguen existiendo algunos automovilistas y motociclistas que modifican el sistema de escape de sus vehículos para aumentar el sonido, incrementando la contaminación acústica y provocando consecuencias muy graves para la salud. Es por este motivo, que las nuevas tecnologías como los radares de ruido ayudarán a que las ciudades sean más silenciosas.