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20/05/2019

¿Sabes qué precauciones debes tomar para conducir cuando hace mucho viento?

Coger el coche cuando hay alerta por fuertes rachas de viento es igual de peligroso que conducir con lluvias. Su peligrosidad reside en que es una amenaza invisible y, al no poder verla, resulta imposible de prever. Por eso, antes de ponerte al volante conviene consultar la previsión meteorológica y, en caso de que anuncien que la velocidad del viento pueda superar los 70 km/h, la decisión más prudente es dejar el coche en casa.

No obstante, si coger el coche es totalmente necesario, existen una serie de medidas que ayudarán a disminuir los riesgos en carretera cuando soplen fuertes ráfagas de viento.

En primer lugar, fíjate en las mangas de viento ubicadas en las autovías o autopistas, si no hay también puedes observar las ramas de los árboles para averiguar en qué dirección va el viento. Conocer hacia dónde sopla resulta fundamental para reaccionar a tiempo y con acierto. Si el viento llega de frente o de cola no entraña tanto peligro, pero si el viento es lateral, y además racheado, se puede perder fácilmente el control del vehículo, así que deberás ser muy cuidadoso para conservar la estabilidad.

En segundo lugar, y como norma general para cualquier situación, recuerda que reducir la velocidad significa una mayor precaución. Así que, para que el coche tenga un mejor agarre a la carretera disminuye la velocidad y conduce en un régimen alto de revoluciones (con marchas cortas), consiguiendo un mayor control. Asimismo, deberás agarrar el volante con firmeza para que el viento no te haga pegar bandazos. Para contrarrestar su efecto, deberás realizar movimientos suaves jugando con la dirección del volante.

En tercer lugar, hay que poner especial atención al llamado efecto pantalla. Esto se produce cuando adelantamos un vehículo de gran tamaño, por ejemplo, un camión. Si el viento viene por el lado derecho estaremos contrarrestando hacia esa dirección con el volante, por ello, al ponernos en paralelo con el vehículo que adelantamos corremos el peligro de acercarnos demasiado al tener el volante girado hacia ese lado. Igualmente, una vez que terminamos el adelantamiento, el viento volverá a batir el coche por el lado derecho y, si nos pilla desprevenidos, podríamos perder el control. Esto mismo puede ocurrir al salir de un túnel, en su interior nos confiamos al estar protegidos, pero al llegar a la salida puede ser que el viento sea mayor o que sople en otra dirección.

Finalmente, no debemos obviar la cantidad de obstáculos que nos podemos encontrar en las vías cuando hay una tempestad. Desde bolsas de plástico y papeles hasta árboles o contenedores pueden acabar en mitad de la carretera. Por ello, hay que estar siempre vigilantes para poder evitar cualquier tipo de colisión o que el vehículo pierda adherencia con el asfalto.

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